
Porque la poesía es la vida misma, porque somos alma vagando en letras, porque cada gota de agua, al deslizarse, talla un poema. Por la vida, las letras, la poesía...
miércoles, agosto 29, 2007
domingo, agosto 26, 2007
miércoles, agosto 22, 2007
UNA CARTA

Desde sombras urdo el sino fugaz. Desde atrapadas maquetas dibujo puentes y cierro puertas. Todos conocen mi nombre, más pocos deciden nombrarme.
Deslizo mi voz desde cuervos que contentan su hambre en almas vacías. Muchos caminos me encuentran bajo un árbol seco, a la espera de un distraído. Y me brillan los ojos mientras froto mis manos, anticipando el regocijo de su pena.
Algunos se me escapan, porque saben reír y distinguir luces donde siembro oscuridad. Algunos se me escapan...
Ahí me doy cuenta que no soy perfecta, que existe tal vez un hilo invisible, conductor de maravillas, que los ahuyentan de mi andar. Que no importa lo helado de la noche, igual divisan ángeles. Que más allá de nubes promiscuas, sus ojos encuentran el sol.
Por más que me esfuerce no todos caen en mis planes, no todos derraman lágrimas porque apriete la razón o los fustigue la soledad. No todos creen en mí, es más, se burlan en mi frente como malditos bufones, a sabiendas que ganaron la partida.
No todos caen en mis planes... algunos se me escapan. Y sé de antemano que si bien tengo súbditos, aún quedan rebeldes que no responden, que intentan vapulearme y ahogar mi voluntad.
Como ahora, hace un rato que te hablo y trato de convencerte, susurrándote mieles, mientras acerco mis labios a tus fuentes, tus manos me apartan. Y tu mueca es burlona, no puedo liarte, no puedo atraparte.
La derrota llegó. Intentaré otra senda, buscaré otra alma.
Atentamente
La Desolación
©Viviana Álvarez
Deslizo mi voz desde cuervos que contentan su hambre en almas vacías. Muchos caminos me encuentran bajo un árbol seco, a la espera de un distraído. Y me brillan los ojos mientras froto mis manos, anticipando el regocijo de su pena.
Algunos se me escapan, porque saben reír y distinguir luces donde siembro oscuridad. Algunos se me escapan...
Ahí me doy cuenta que no soy perfecta, que existe tal vez un hilo invisible, conductor de maravillas, que los ahuyentan de mi andar. Que no importa lo helado de la noche, igual divisan ángeles. Que más allá de nubes promiscuas, sus ojos encuentran el sol.
Por más que me esfuerce no todos caen en mis planes, no todos derraman lágrimas porque apriete la razón o los fustigue la soledad. No todos creen en mí, es más, se burlan en mi frente como malditos bufones, a sabiendas que ganaron la partida.
No todos caen en mis planes... algunos se me escapan. Y sé de antemano que si bien tengo súbditos, aún quedan rebeldes que no responden, que intentan vapulearme y ahogar mi voluntad.
Como ahora, hace un rato que te hablo y trato de convencerte, susurrándote mieles, mientras acerco mis labios a tus fuentes, tus manos me apartan. Y tu mueca es burlona, no puedo liarte, no puedo atraparte.
La derrota llegó. Intentaré otra senda, buscaré otra alma.
Atentamente
La Desolación
©Viviana Álvarez
TE BUSCO VAMPIRO

Ida de mis pensamientos y voces. Ida de esta realidad, retorno a mis raíces. Cuando era la noche solaz para el llanto. Cuando atravesábamos el mundo en busca de sangre, que prestara vida a nuestras pieles frías.
Ida de este mundo que columpia vacíos, busco en ocasos el rubí de tus ojos, que otrora colmaran mi eternidad.
No encuentro tu cuerpo, tu oscuridad, el marfil de tus manos. Y regreso, solitaria, a la cripta que antes nos arropaba.
©Viviana Álvarez
no me pronuncies si olvidaste...

pero si prefieres quedarte con años que olvidaste
entonces voy a pedirte que no me nombres
Andrés y Javier Calamaro
no me pronuncies si olvidaste noches
en tu ida
no digas mis letras si la ausencia borró
los trazos de mi cuerpo en el tuyo
no dibujes mis iniciales en tus labios
si mi voz resuena como eco a tu ser
no atisbes tus noches bajo el
fuego de mi recuerdo
no me proclames nunca más
©Viviana Álvarez
entonces voy a pedirte que no me nombres
Andrés y Javier Calamaro
no me pronuncies si olvidaste noches
en tu ida
no digas mis letras si la ausencia borró
los trazos de mi cuerpo en el tuyo
no dibujes mis iniciales en tus labios
si mi voz resuena como eco a tu ser
no atisbes tus noches bajo el
fuego de mi recuerdo
no me proclames nunca más
©Viviana Álvarez
¿CÓMO DECIRTE? VI

¿Cómo decirte que me inunda, de a ratos, un vacío insondable? y desdibuja tu recuerdo la percepción de saberte en distancia con aroma a preguntas.
¿Cómo decirte que trato de apartarte? aunque los años pensándote no mermaron mis ansias de tenerte. Aunque ni sepa quién sos.
¿Cómo decirte que busco en noches tu mano a mi lado? Y canta mi alma salmos ocultos que intentan llegarte con el viento matinal.
©Viviana Álvarez
viernes, agosto 17, 2007
siempre el mismo punto de partida...
INTENTO ARROJADO AL VACÍO

Intenté destejer tu madrugada en mi regazo, tomar tus manos. Busqué razones a tus esbozos. Aquellas que la razón aparta, para allanarte resentimientos.
Intenté disimularte dolores, reconciliarte con tu presencia. Cuando tu mirada se tornó abrumada, como espejo de agua ante la tormenta.
Hoy pienso en lo vano de mi empeño. Y sonrío. Porque aparece tu forma. Tu forma, inexistente fantasma de niebla y oscuridad.
©Viviana Álvarez
domingo, agosto 05, 2007
POTENCIALES DESENCONTRADOS

Si para llegarte era necesario cambiar el mundo, hubiera tomado lanza y espada; hubiera arremetido contra molinos de viento (es mi costumbre). Si para llegarte era necesario bajar la luna hasta vos, hubiera trepado escaleras invisibles hasta ponerla entre tus dedos.
Si para espantar tus fantasmas tenía que disfrazarme de medusa, hubiera recorrido el mundo a pie hasta encontrar el traje. Si para alejarte de tu soledad tenía que remar contra corriente las cataratas del universo, hubiera subido a mi bote hasta lograrlo.
Si para que te enamoraras de mí era necesario cambiar mi esencia, despojarme de mi ser interno. Claudicar poemas, alejarme de mis hadas y mis duendes. Si para lograr tu amor era suficiente dejar de soñar, no daría un solo paso. No abandonaría mis convicciones más profundas. No dejaría de mirar horizontes ni correr tras quimeras arrolladoras.
Estás solo. Estoy sola.
©Viviana Álvarez
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