jueves, octubre 26, 2006

LEYENDA EN MAR



Sabido es por todos que los ángeles custodiaban los acantilados, cada noche. Vigilaban el mar para proteger a Erín de los enemigos. Sus linternas mágicas parecían luciérnagas en la noche y confundían a los que osaban siquiera pensar en invadirla.
Es por esto que el cielo irlandés es el más diáfano, sus estrellas más grandes, las noches más claras y el mar es el más bravo y fuerte.
Cuentan los bardos que las arpas de estos vigías estaban encantadas y que al hacerlas sonar regresaban a Eire todos los que alguna vez partieron y estaban diseminados por el mundo añorando su tierra, que es mágica. Cantan en sus poemas que las arpas siguen entonando la dulce melodía y no cesará hasta que regrese a la isla hasta el último de sus hijos.
Es tan tarde, de madrugada, y no dejé de oír durante mi descanso una tibia canción que aún fluye en mis sentidos y en mi alma.
Niniane (Viviana Álvarez)

¿CÓMO DECIRTE? III



¿Cómo decirte que amanecí nublada? Que es viento el llanto que roza tu ausencia.
¿Cómo decirte que es noche mi solitud (des)poblada? Y murmuro penas en vanas esperanzas, que aprendieron de memoria la elegía de tu voz.
¿Cómo decirte que musita el silencio tu nombre entre espinas? Y dibuja sus márgenes, vacío impenitente de estériles llamadas.

Viviana Álvarez

lunes, octubre 23, 2006

FOSFORESCENCIAS NOCTÁMBULAS

Invierno, todo se adormece y parece más grande, los ojos miran el mundo detrás de los vidrios empañados por suspiros. Noches largas, condensadas en la atmósfera rancia de no saber que hacer con las horas cansadas. Tal vez sea el teléfono el que desaletargue del espejismo, tal vez el timbre de la calle, (aunque nadie se anima a salir cuando el frío corta las mejillas), tal vez una ilusión auditiva y nada de esto suceda y sea la imaginación mentirosa la que juega con los sentidos faltos.
Agosto, invierno crudo, se acostó porque estaba aburrido, ni siquiera la lectura lo reconfortaba así que decidió apagar la luz y dormirse rápido (como si uno pudiera decidir estos asuntos). Cerrando los ojos, entró en una pesadez atípica, se dijo que estaba muy agotado, fue cuando el vértigo lo tragó en un espiral fosforescente. Cabeza para abajo, cabeza para arriba, giraba en una calesita negra. Dentro del espiral que en cada giro se iba ciñendo más contra el, como mujer urgente desnudándolo e invitándolo a besar su boca lujuriosa. Entonces el deseo y su sexo y las ganas y ella lo abrazó fuerte contra su desnudez con un gemido casi salvaje y el se sintió desfallecer en un quejido ahogado.

Y el espiral fosforescente y el aire que no llega y las sábanas de negro raso brillante.
Viviana Álvarez

¿CÓMO DECIRTE? II


¿Cómo decirte que tejo distancias con tu ocaso? ¿Que la luna no llena mi cielo baldío? ¿Que las nubes rodean mi borde asfixiándome?
¿Cómo decirte que vago noches en soles profanos, que es mueca la luz que golpea mi puerta? No hay mares ni olas en mi dantesco solar.
¿Cómo decirte que tu susurro está poblado de otras voces? Ángeles/demonios que pugnan por salir, se alimentan en mí.

Viviana Álvarez

PARA EL PROGRAMA MOMENTOS, A RAMÓN, A ROXANA, FITO, Y AL COORDINADOR GENERAL, RAMÓN GONZALO



Con todo mi agradecimiento y cariño. Vaya un saludo emocionado para todos ustedes.



Hay momentos que la luna se oscurece
y no brillan las estrellas
todo palidece bajo la blanquecina
esquela colgada de la noche
Hay momentos que el sol resplandece
aún en cerradas noches
nublados cielos
vientos agoreros
Hay un momento que acompaña
el decir/el vuelo/
en una cálida voz que acuna letras
teje madejas con palabras
en una sola
poesía

Viviana Álvarez

lunes, octubre 16, 2006

deambulo soledades




deambulo soledades a la vuelta de olvidos
llevo mi alma a cuestas por caminos despoblados
donde los cuervos danzan fulgurantes concilios
entre vida y sobrevida
deambulo abismos en la esquina de la vida
donde se baten a duelo esperanzas e ilusiones
quimeras acústicas de otro cielo que no es el mío

Viviana Álvarez

soy sombra y páramo