Insensatez de las horas que enuncian vacíos. Serenidad de mares sin vados ni distancia. Horizonte febril que siempre distancia mis pies del averno. Tránsito fugaz, mis manos vacías, derraman melancolía en la esquina de absurdas intenciones.
©Viviana Álvarez
8 comentarios:
cada palabra tuya es grande, y me identifico ahora con eso de: "... derraman melancolía en la esquina de absurdas intenciones." Grande Viviana... Saludos desde México.
Precioso. Somos demasiado temerarios a veces, tenemos que aprender a controlarnos...
Unas manos que escriben bellas poesías no pueden estar vacías jamás.
Un besito
Profundo tiene atisbos de enseñanza
No puedes tener soledad , pues estoy segura que tu talento va contigo siempre.
Muy bonito.
Morriña
Pasan raudas las historias, heteras,
las sentidas y las que no lo fueron,
como hermanas tomadas de la mano,
sin distingo ni condición diferencial,
traviesas y cómplices pero ajenas.
Hojas, rojas caídas y verdes por caer,
levante las lleva y poniente las trae,
páginas de un libro vivido y sin leer,
queda solo una palabra: Añoranza,
de la tinta no impresa y su olor.
Viajero accidental vuelo con ellas;
el desierto seca mi última lagrima,
el mar ahoga y sala mi última pena,
el hielo congela mi ultimo suspiro.
Melancolía, que dulcemente mata.
Que lindo tudo que está por aqui!
Publicar un comentario