domingo, agosto 13, 2006

INSOMNIO DE MÁRMOL


El ángel insomne
desvariaba entre mármoles.
Arruinadas ropas, vestía de musgo.
Contemplaba exánime, desde las alturas,
la vida pasar al revés de los muros.
Rostro mellado, estáticos ojos.
Lloraba de noche,
algunos lo vieron.
Murmuraba en silencio una letanía,
con voz de granito
y mármol.
El ángel insomne
sufría en silencio.
Desprolijos cabellos, frente erosionada.
Quiso una noche mirar las estrellas,
volar a la luna,
salir de la cripta.
El cielo, implacable,
descargó su furia.
Recordó al ángel
que él no era,
que no existía,

sino en las penumbras de La Recoleta.




Viviana Álvarez

1 comentario:

Avesdelcielo dijo...

Tu poema emblemático.Leerlo y releerlo es un goce.
MARITA RAGOZZA