Pobre vampiro apesadumbrado,
despertó de su letargo, gélido aliento,
cruel y acongojado
desplegó eterno las negras alas al viento.
Deambuló solitario los tejados,
buscó un cuello donde regocijar
sus ansias.
Olvidar la eternidad.
Pobre vampiro apesadumbrado.
Pretendió agotar a su víctima
y acabó eternamente enamorado.
Viviana Álvarez
3 comentarios:
Este vampiro lo has hecho tan bueno, enamorado, templado (como decimos aquí en el Perú). Historia tierna en verso, muy buena, abrazos, Julia
Me apasiona la fantasía de los vampiros.Mezcla de posesión y erotismo.
Has sabido captarlo,Viviana, en este magnífico poema.
MARITA RAGOZZA
Pues si tenemos en cuenta que el poema tiene rima, debió haber tenido también métrica. Por lo demás, al final le falta cohesión con el resto. Tómelo como crítica constructiva.
Un caluroso saludo (si es que alguna vez lo llega a leer) de Juan Luis de Quevedo, de México.
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