viernes, mayo 29, 2009

ELIXIRES AÑEJOS (Poemas a Ella)

gotica mujer y pajaro

I

ella, que nada sabe

de complicidades

escribe con sangre

las letras de su nombre

que no recuerda

II

desdibuja llanos

en noches de ansiedad

ella, la desnombrada

recuerda páramos

cuando arrecia la bruma

III

intenta salvarse

de años perdidos

busca en su vaciedad

un instante

que recuerde su latido

IV

transita esteros

de penas

asume fulgores

de astros refugiados

ella, la desnombrada

es ave de presa

sin presa en sus garras

V

pretende espejos

de escenas idas

se busca

se nombra

y de noche

no se halla

©Viviana Álvarez

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martes, mayo 19, 2009

he dejado de ser

 

deseperanza 8

he dejado de ser

canto de ventanas

musa no inspirada

alegoría de horas

 

he dejado de ser

peldaño y escalada

alfeizar y distancia

 

para convertirme en

sombra que vaga

a sus anchas

entre mis miserias

y la futilidad

 

©Viviana Álvarez

 

viernes, abril 24, 2009

INTENTOS FURTIVOS (Poemas a Ella)


I

ella, la renacida
busca en ocasos
amores pendientes

derrama auras
siembra tempestades
en vagos intentos


II

no acude al llamado
cierra puertas
que conducen a
ningún lugar

III

ella no entiende
por qué a destajo
el tiempo discurre
la muerte
de sentimientos

IV

se rebela entonces
contra la suerte
esquiva

busca en fango
estatuas de sal

V

recae sus pasos
en gente sin nombre

ella, la desentendida
asume finales
y busca reinicios

VI

es cuando fulgura
paisajes etéreos

ella, la sin nombre
vaga de puerta en puerta


©Viviana Álvarez

ahora entiendo a la soledad...


ahora entiendo a la soledad
que destierra sentires

sensación de inconciencia
que abraza locura
y extiende páramos

©Viviana Álvarez

domingo, abril 05, 2009


aventé demonios intentando no se llevaran mis recuerdos
transité pavura a lomo de espectros que extraviaron lunas
fui hiedra y áspid que rodó ciénagas en pos de redención
se rasgó mi piel de andar entre espinas que adentran su filo
en el centro de la locura

©Viviana Álvarez

lástima que las olas depredaran


lástima que las olas depredaran
amaneceres en brazos de cuervos
ufanos de entrañas
rompen olas de desidia
en mares inertes
antes de madrugadas donde
nunca arribarán alondras
o ruiseñores

©Viviana Álvarez

domingo, marzo 15, 2009

REMINISCENCIAS



Destejés ayer como moneda de cambio. En tierras de no ser hallás moradas a antiguas glorias. Olvidaste tu designio tras arcaicas voces que no te dejaron ser.

©Viviana Álvarez

retorna el vampiro a su halo

CHICOS, SI LO VAN A INSERTAR EN SUS BLOGS GÓTICOS, POR FAVOR, ESTA VEZ HAGAN MENCIÓN A MI AUTORÍA


retorna el vampiro a su halo
destiempo de luces que ya no verá

abandona amores
que sellan su noche sin lunas

es el vampiro una sombra
en pos de una víctima
que sacie su soledad


©Viviana Álvarez

lunes, marzo 02, 2009

DE IDEALES ANTAÑOS Y ESPEJOS CUARTEADOS


Alguna vez tuve raíces aferradas en arena. Alguna vez fui parte de un núcleo que supuse, cuando niña, mío.

Vagas creencias infantiles cuando los Magos dejaban juguetes y se llevaban pasto y agua. Sublimes vidrios coloreados donde la imagen se difuminaba en retazos hasta dibujar un caleidoscopio imposible de disfrutar.

Esencia de pertenencia social, según dicen por ahí, que nos hace sentir seguros. Cuentos de hadas y rosas. Nunca espinas. Tal vez exactamente lo inverso.

¿Qué cuando es lo contrario y la no pertenencia arrecia sus fauces? ¿Qué cuando la extranjería se adueña de sentimientos y sensaciones?
Y uno se convierte en Quijote sin Rocinante ni Sancho capaz de soportar las lágrimas.

Supongo que alguna vez creí tener raíces que me aferraron a ideales infantiles, cuando los mayores eran ídolos.


Lástima los pies de barro.


©Viviana Álvarez

martes, febrero 24, 2009

y sobrevivirá soledades...


y sobrevivirá soledades
mueca de vestigios infames

cuando el ave no reza letanías
cuando brazos silencian ruegos

entonces la brisa
entonces
la
bruma
y el ansia de levar anclas
para no
descaminar
la
misma
senda

jamás


©Viviana Álvarez

digamos que la noche...


Digamos que te dije
nubes, tijeras, barrilete, lápices,
y acaso alguna vez
te sonreíste.

Julio Cortazar


digamos que la noche desdibuja su manto
y no hay opresión en el centro del alma

digamos que te encontré a la vuelta de mi esquina
y allí estabas aguardando mi paso

digamos que dibujo elipses y soles
la vasta planicie de tu piel
la eternidad de tus manos
la firmeza de tu abrazo

digamos que no hay dagas ni espinas ni pesares
desde que en tus ojos encuentro mi reflejo


©Viviana Álvarez

miércoles, febrero 11, 2009

DE CUANDO LAS HADAS HACEN TRAMPA ( Una leyenda celta)


Sabido es que las hadas son traviesas y celosas. No es necesario redundar en explicaciones conocidas por los mortales que estuvieron en contacto con ellas.
Te pueden colmar de regalos o hacer pasar muy malos ratos si no cumples con sus caprichos.
Toparse con alguna de ellas, (depende la especie), puede convertirse en lo más maravilloso que te haya sucedido, claro si te permiten contarlo.

O si te dejan la memoria para siquiera recordar quién eres.

Esto le sucedió a Morgan Petbach, habitante de un poblado muy pequeño al sur de Galway, allá cuando los Antiguos recién comenzaban a poblar Erín. Y se hizo famoso, puesto que hasta una taberna lleva su nombre.

Dicen los más viejos habitantes que Morgan solía pasear por el bosque en busca de presas que le sirvieran de alimento. Hemos de aclarar en este punto, que nuestro amigo descendía de pretéritos cazadores de la isla, famosos por la certeza de sus flechas.

Noviaba con Beth, hija de un zapatero del mismo pueblo, hacía algunos años. Tenían pensado casarse y tener varios hijos. Pero, como los tiempos eran difíciles, el casamiento se alejaba cada vez más. Pero ambos jóvenes eran pacientes y estaban enamorados.

Así que, un año más o dos años menos, no les importaba.

En una de sus salidas, nuestro buen Morgan, se adentró más de lo acostumbrado en el bosque. Las presas que divisó aquella mañana de invierno, eran inusualmente gigantescas. Ciervos con astas jamás vistas en su vida de cazador, jabalíes que mejor no tenerlos a dos metros, hasta divisó ganado que supuso perdido del corral de su dueño.

Cuando emprendió el regreso con sus alforjas vacías, el paisaje había cambiado. La vegetación se había cerrado de tal manera que le era imposible divisar el cielo. Una fría llovizna comenzó a diezmar sus fuerzas. Destaquemos aquí que los que narran esta historia, dicen que había olvidado el hidromiel en casa de Beth, por lo que no podía calentarse.

Caminó y caminó y caminó, hasta llegar a una apacible morada en medio de un claro. Humilde, protegida por un robledal añoso. Ya sin fuerzas, atinó a llegar a la puerta y golpear.

Grande fue su sorpresa cuando cinco viejecitas se presentaron ante él. Cada una más dulce y atenta. Lo hicieron pasar y lo cobijaron frente a una enorme chimenea. Cuando logró espantar el frío que lo aguijoneaba, le ofrecieron té y budines de todo tipo. Morgan, entrado ya en confianza, comió hasta el hartazgo.

Repuestas sus fuerzas, se despidió de las viejecitas para regresar junto a su amada Beth y a su pueblo. Fue en ese instante, cuando notó que la casita había trocado en un palacio de hielo y que las viejitas habían mudado en cinco hadas del hielo.

Altas, de fina figura, con negros ojos que lo traspasaban y voces aterradoras. Intentó huir, correr por donde había entrado, pero el té que había bebido lo tenía paralizado.

Estas hadas son muy peligrosas, puesto que toman cualquier forma para engañar a humanos desprevenidos y cocinan brebajes muy potentes.

Nada podía hacer Morgan, estaba a merced de una de las especies más oscuras de hadas. Notó que su piel comenzaba a amoratarse, tal como la de las hadas, que su cabello trocaba en blanco, tal como el de las hadas. Todo comenzó a dar vueltas, todo comenzó a congelarse aún más frente a su nariz. Que también había cambiado de forma.

Desesperado, invocó en silencio al Gran Mago Celeste, el único que podía romper el hechizo de estas certeras hadas.

Su invocación fue oída a tiempo. El invierno se convirtió en un especial día de verano, con un sol que quemó toda la vegetación circundante y derritió el palacio y con él, a sus funestas moradoras.

Cuando todo quedó yermo a su alrededor, Morgan, ya sin el hechizo, pudo divisar el camino de regreso.

Caminó y caminó y caminó sin parar, hasta llegar a su casa. Ya en su morada, la llovizna volvió a arreciar, pero él estaba a salvo.

En su casa, lejos del bosque, sin recordar nada y pensando, inexplicablemente para él, en no cazar nunca más.

Por lo menos en aquel bosque.

©Viviana Álvarez

DEVANEOS SOBRE COSTUMBRES OCULTAS


Desperdiciaste tu vida en alas de nada. Transitaste cada experiencia con avidez de sierpe. Fuiste espino y magnolia, sed y agua, hambre y saciedad.
Supusiste inciertos los caminos andados, cuando el agua llegaba hasta los límites.

Fue cuando despertó la necesidad de experimentar.

A sabiendas de los cambios, intentaste ventanas, cerraste almas, abriste puertas, destejiste pasado para sembrar futuro. Asomaste tu curiosidad a insanas costumbres que más tarde tu mente rechazaría, diste un paso más allá de todo. De tu voluntad, de tus sueños, de cada poro que te asfixiaba.

Cuando pretendiste el regreso, el camino se había perdido entre malezas y desilusiones. Vano fue el intento en pos de un segundo que te trajera tu antes.

Antes de migrar en solitario, antes de ser alimaña arrinconada. Antes de ahora

Que arrecia el presente y sollozan las ánimas un salmo en tu honor.

©Viviana Álvarez

domingo, febrero 01, 2009

MINIFICCIÓN


Sabía que el sol no saldría. Espantado en su oscuridad, miró de soslayo la ventana.

©Viviana Álvarez

CAMINO INDELEBLE


Transité ciénagas hasta llegarte. Expandir en vos mis melancolías. Hasta ser verso que recorre libre la extensión amada de tu poema.


©Viviana Álvarez

AL VIEJO, IN MEMORIAN




Será que ahora miro las fotos del viejo y me veo en el espejo de sus rasgos. Nunca me dijo mi amor el viejo, ni me dio abrazos inolvidables, a su manera, parca y muda, él quería.
Nunca nos sentamos a tomar vino y gastar palabras, porque no dialogaba y los años le fueron endureciendo la mirada y un rictus mudó su risa.
Un día se murió el viejo y no pude despedirme, ni decirle (porque nunca gastamos palabras) que hoy me reflejo en las fotos que tengo guardadas.
Y sé que sabe, que a nuestra manera (un tanto desprolija) nos quisimos con el viejo.

©Viviana Álvarez

domingo, enero 18, 2009

DIVAGO MI NOMBRE.


¿Qué de mis huesos si hubiera olvidado mi nombre? ¿Dónde vagaría mi oquedad si las ventanas hubieran cerrado postigos? ¿Qué de mis parónimos si los libros no existieran?

Acaso talle hojas de molde y refranes en paredes que dejaron de mirarme. Quiera el sino, tal vez, que mi nombre se pegue a devaneos del camino y ruede por pendientes escabrosas.

Bienvenido el azar de esa fortuna.

Pues al morder fango y transitar oscuridad, vuelvo fortalecida. Y resuena entonces la propia voz con el propio nombre más afanoso. Y el lodo deviene en ópalo que me sostiene ante diluvios.

Y troca la oscuridad en luz e inunda los resquicios donde antes moraban fantasmas.

Que parten ante el fénix renaciente.

©Viviana Álvarez

DE CUANDO EL OLVIDO NO PUEDE.



Archivó a buen resguardo los dones recibidos. Pretendió ignorarlos en noches ebrias, cuando deambulaba por el mundo con sus pecados a cuestas.

Al interrogarlo sobre sus antiguas dotes, esgrimía excusas copiadas de novelas leídas de niño. Se escapaba por tangentes dudosas, para llegar al punto de partida.

Desconocía el motivo del hecho. Simulaba no darle importancia, más extrañaba aquello heredado de vaya a saber qué ancestro.

Este estado duró varias lunas. Y giró el universo y a cada giro, se impacientaba.

Adormecido en aquella mezcla de extrañez y olvido, se le presentó su maestro y lo llevó hasta su origen.

Desde esa noche, volvió a su misterioso halo, a su mística soledad, a beber sangre de la mano del olvido.

©Viviana Álvarez

sábado, enero 03, 2009

ANTIGUAS DEUDAS (POEMAS A ELLA)


I

reverdece ansiosa
de pesares

ella, que intentara esperanza
busca redención


II

renace fuentes
silentes otrora

ella, olvidada de lunas
conjura sombras


III

le brota entonces
la voz

que antaño fuera
cítara de muertos


IV

canta ritos
cierra iglesias

ella, la descreída
juega en un damero
su vida futura


V

no entiende idiomas santos
sólo sabe de muerte

entonces calla inquietudes
y vuelve a su tumba


VI

cuando se aquietan grises
y es opaco su cielo

ella, la renacida
cancela deudas



©Viviana Álvarez

absuelvo madrugadas


absuelvo madrugadas
dilapido ocasos

el fervor nocturno
ansias no copuladas

y el vano sudor
que dibuja ausencia
entre mis raíces y tu densidad

©Viviana Álvarez

domingo, diciembre 28, 2008

ÉXTASIS MACABRO

A LOS QUE ROBAN MIS ESCRITOS PARA PONERLOS EN SUS PÁGINAS OMITIENDO MI AUTORÍA, A VER SI CUANDO ROBAN ÉSTE, CAMBIAN DE TÁCTICA Y PONEN MI NOMBRE COMO AUTORA DEL ESCRITO.
GRACIAS
VIVIANA GLADIS ÁLVAREZ


La noche invitaba a la ensoñación. La tormenta irisaba los nervios de Pablo que por entonces, vivía solo en la casona que olía a cementerio. Dueño de un pasado entre trágico y tétrico, despertaba algunas dudas entre sus vecinos. Especialmente por algunas cicatrices en la cara.
Era más bien melancólico. Amable con todos y solidario.
Ella vivía en la casa lindante.

Pablo no conciliaba el sueño. Hacía años no dormía bien. Su sueño recurrente, una mujer antigua, una armadura, calor, voces....
Cada vez que despertaba, se sentaba frente a la computadora. Buceaba en un relato de caballeros y damas enamoradizas. Dragones y fuego, mucho fuego.
Ella se le parecía tanto.

Aquella noche estaba especialmente nervioso. Los truenos, aleteo feroz; relámpagos, fuego irradiándose sanguinario, por todas partes. Recordándole quién era.
Refugiado frente a la computadora, iba ya por el cuarto capítulo. Cuando mataba al dragón, cuando la rescataba. Pero ella, por un antiguo hechizo, se había enamorado de la bestia. Su amada no lo recordaba. Su princesa, encadenada en aquella cueva, entre oro y brillos, prefirió morir junto al dragón que salvarse con Sir Paul.
A ella no le sucedería lo mismo.

La llamó por teléfono, manifestó que estaba descompuesto. – Salvarla, salvarla- retumbaba en su cerebro.
La convidó con un licor ámbar. En ese momento, ella se sintió trasportada a una dimensión superior. Pablo, la tomó en sus brazos y comenzó a besarla. Sus manos fueron imparables debajo de la blusa inerme. Estaba en un estado de salvajismo hipnótico.
Pablo aprovechó el momento. Lascivos pasaron horas y horas copulando. Su sexo, su cuerpo entero eran para él. Lo amaba con todas sus fuerzas. Su ser completo le pertenecía.

Aquel antiguo hechizo, que dejó marcas en todo su cuerpo


©Viviana Álvarez

ÉXTASIS

A LOS QUE TOMAN MIS ESCRITOS SIN PERMISO, VAYA ESTE CUENTO GÓTICO, CHICOS, RECUERDEN PONER MI NOMBRE EN LA AUTORÍA
GRACIAS
VIVIANA GLADIS ÁLVAREZ



Avenida Corrientes estaba intransitable aquel viernes. La vida transcurría en cámara lenta para Pablo. Apostado, como siempre, en la misma mesa del bar de la esquina de Florida. Observaba a la gente. Eran su inspiración. Nuestro Pablo era (o es ) escritor.
Algunos libros publicados lograron algo de reconocimiento y poca plata. Pero a Pablo poco le importaba. Había pasado ya la excitación del primer libro, de las primeras firmas. De la Feria y las primeras entrevistas.
Pensaba que todo era efímero (¿será?).

Y así discutía con él mismo, sobre los avatares de esta vida (de las otras también). Le gustaba enmarañarse en largas discusiones sobre vida y muerte, poesía o prosa, rubias o morochas, Baudelaire o Borges. ¿Tal vez Cortázar?
Con los pocos amigos que frecuentaba, también adoraba debatir. Debatirse, en realidad, era su deporte favorito. Vivir al margen, sin ser marginal. Estar al límite, aun siendo cobarde.

Entregaba el alma ante la hoja en blanco. Juego preliminar en una sábana de rasados renglones. Ideas. Palabras. Mate, cigarrillo, nada. Hasta que, exultante copula una idea y jadeante se desploma sobre la hoja.
Hacía tiempo tenía vaga idea del cuento. Su mente, paralizada en el desierto de las no imágenes, deambulaba harapienta en un limbo. Las hojas pasaban del borrador al embotamiento.

Aquella madrugada despertó excitado ante el huracán de ideas. Se sentó frente a la computadora y deslizó los dedos.
Poco a poco, el relato toma vida. Medioevo, castillos, dragones, caballeros. Una dama. Por quien enloquecían, luchaban y morían. El ruido de las espadas, todo listo para una justa. Allí sentada, ella.

Los dedos de nuestro escritor cabalgan sobre el teclado, ávidos por vencer. La transpiración le oscurece el rostro. Pablo se deja envolver por aquella historia. La armadura es pesada.

La dama ató el pañuelo a la lanza de Sir Paul. Luego de haber derrotado a todos los contrincantes, giró a buscar el rostro de su amada, quien sonreía orgullosa.

Los dedos de Pablo, no paran sobre el teclado. Está posesionado dentro del cuento.

Las trompetas aturdían en su honor. El rey en persona le rindió homenaje. Sir Paul junto a su dama presidieron la mesa. Allí estaban los caballeros que había derrotado. Todos reían y aclamaban al futuro consorte de la princesa.

Pablo cree oír el teléfono, pero no responde. Debe describir el banquete, la futura boda y su nuevo reinado al morir el rey.

Todo era perfecto. El pueblo lo vivaba, su dama le sonreía, el reino lo amaba. De pronto, una negrura tapó el sol. Un fuerte aleteo sembró pánico, la gente comenzó a dispersarse.
Tarde, Dregor, el viejo dragón, despertó de su letargo. Ávido de víctimas resopló hasta quemarlo todo, partió con la dama entre sus garras.

Sentía un inflamado calor, febrero de lluvias y termómetros elevados, frente a un teclado cada vez más urgente.

Una suave brisa conjuró las cenizas.


©Viviana Álvarez

miércoles, diciembre 17, 2008

DERECHOS DE AUTOR

Parece ser que a los muchachos góticos les gustó tanto mi poema POBRE VAMPIRO APESADUMBRADO, que lo publican en sus blogs y fotologs OMITIENDO el nombre mío. Pregunto entonces, ¿qué de los derechos de autor y el respeto hacia el creador del poema?
Bueno... si no pueden crearlo ellos.... Les pedí a todos que lo retiren puesto que no tienen permiso para publicarlo y sólo uno respondió. Van a continuación las páginas de los ladrones de poesías ajenas.
En fin...

sábado, diciembre 06, 2008

AL QUE ESPERA


tardé en llegarte
atravesaron mi senda
rumores ajenos

tardé en reverenciarte
intentaron en vano
difuminar mi ruta

más aquí estoy
serena y complaciente
para abrazar tus despojos


©Viviana Álvarez

CREENCIAS


Yo creo en los espejos
Alejandra Pizarnik


Si no creyera en los espejos perdería aquella vieja costumbre de encontrarme. Esa antigua manía de buscar reflejos en lunas. La noctámbula esencia de ser mirada en agua.

Si no creyera en los espejos no hallaría mi ser en fulgores que simulan estrellas. Perdería el paso a mi vampirismo, a este ser gótica entre luces y sombras que se asemejan a casas vacías.

Si no creyera en los espejos vagaría por suciedades que empañan luz de velas que iluminan mi rostro cuando me busco en el vidrio y no me veo.

©Viviana Álvarez

sábado, noviembre 29, 2008

SI...


Si abrazo locura, insanía en versos, salvadora tabla que rescató mi espalda. Si pronuncio alfabetos que sólo mi verbo reconoce. O tejo sueños que todos ignoran (no me importan todos), o galopo quimeras que a veces dan la espalda. Si navego en mares secos, naufrago en playas baldías o dilapido esperanzas a los vientos.
A nadie importa.
En tanto mis alfabetos lleguen a tu playa y reconozcas en ellos mis alondras cansadas, en tanto tus manos junten mis esperanzas y devuelvan vida. Y sea tu mirada remanso a mis quimeras, no interesan fracasos, dolores o soledad.
Si hoy refundo mis fuentes en vos.

©Viviana Álvarez

domingo, noviembre 23, 2008

PAISAJE INTRAMURO


Dejaste sobre la mesa tu filosofía de estaño. Desterraste muros infranqueables y decidiste salir al exterior de tu interior.
Atravesaste agrestes dudas y sendos desiertos. Lastimaste tus ojos con reflejos (des)conocidos y lloraste al amanecer.
Llegado el ocaso, juraste silencio y volviste a vos.

©Viviana Álvarez

ORIGAMI



Entonces vio volar los pájaros de papel que había armado hacía un momento. En bandadas ocuparon el aire de su habitación. Dejó de importarle todo, cuando en alas de ellos, supo que el cielo no terminaba en el dedo índice.


©Viviana Álvarez

viernes, noviembre 07, 2008

ANTIGUAS COSTUMBRES


Dilapidó otoños y sembró mareas. Caminó sobre espinas, se coronó con aguas. Supo de madrugadas en brazos de Plutón, a lomo de sus corceles que le llevaban el espíritu .
Bebió ajenjo hasta saciar su pena y al nacer la anteúltima estrella fue crisálida en espera de redención.

©Viviana Álvarez

CUESTIÓN DE INTERROGANTES


Entonces me pregunto una y otra vez. Desgajo signos en mi mente febril. Entonces acaricio espanto y revuelvo miseria. Sigo por despobladas sendas que conducen, indefectiblemente, hacia el abismo.

Entonces aviento pavura y siembro desconsuelo. Soy entre los ladrillos uno más, que pretende diferenciarse de un resto que no comprende imperfecciones.

Y sigue arrebujándose la pregunta. Que no halla consuelo ni respuesta en las vanas quietudes de la sociedad.

¿Será acaso pecado ser diferente? ¿Será acaso ominosa referencia intentar no ser resto de un mazo que ya no espera la mano que baraje?

©Viviana Álvarez

SILENCIO DE NADA


Entonces resurgieron las áspides que envenenaban tu entraña. Y fueron canto de gárgolas en las profundas cavernas de tu infierno. Imploraste resurrección, te fue negada. Rogaste espinas, te fueron negadas.
Así, errático y promiscuo, vagaste por un mundo que jamás reconoció tu alma.

©Viviana Álvarez

sábado, noviembre 01, 2008

PARTIDA PERDIDA


A veces creía que la vida era incierta fuga de ilusiones en pos de cielos noctámbulos. Otras suponía era una enramada sarmentosa donde los sueños quedaban liados sin llegar a puerto.

Suponía era un péndulo, en cuyo alocado vaivén, iban las horas trayendo quimeras, llevándose melancolía. Más descubrió que no era ni lo uno ni lo otro.

Entonces comprendió que este abanico de vivencias y sentires, esta paleta plena de colores ígneos y tristes grises, era su suerte. Que ahora está echada al azar.

Tachó generala y dio vuelta la página.


©Viviana Álvarez

CERO AL AS



Siempre supo que debía armar las piezas. Encajar cada pentáculo en el lugar correspondiente. Pero no tenía coraje. Hacía tiempo lo había extraviado en noches de ginebra y lujuria.

Sabía que era tarde para cambiar muchas cosas. Intentar poner marco a viejas fotos de su memoria, que se desdibujaban a medida que los años hacían de él un harapo.

También estaba al tanto que ya no podía tomar decisiones, porque pasó de largo la época frente a sus narices. Y la dejó irse con una mueca de asco, porque no importaba el futuro en aquellos momentos.

Aquellos momentos. Cuando todo era vértigo y carreras contra las horas que significaban nada para su metamorfosis.

Nunca tomó conciencia de ella. Nunca importó si iba o venía. Nunca.

Ahora sí. Pero el reloj no devuelve las horas que llevó ni la vida le da más oportunidades, excepto esta que se apretuja en lo que queda sano de su mente.

Esta, mientras un espejo devuelve vastedades, él aprieta el gatillo.

©Viviana Álvarez

lunes, octubre 20, 2008

REVERDECER (POEMAS A ELLA)


I

silencia una mueca
y se abate liviana

intenta futuro
redime pasado

ella, la renacida
ignora qué sino
sellará su alba


II

feneció espejos
renació desidias

transitó avernos
sembró fanales

más aún no halla
brisa a su espectro


III

afina salmos
de arcaicas memorias

ella, la renacida
desteje grafías
y puebla esteros


IV

sabe de lágrimas
en pesados maderos

es sólo fantasma
de antiguas solitudes


V

revive en ocasos
y fútiles esperas

camina a tientas
por sangrantes aguas

ella, que inmoló memoria
recuerda silencio
y cree bendiciones


VI

es cuando susurra
inquietantes verbos

cuando murmura
sortilegios

eleva sordinas
y muere sus alas

VII

falenas de inciertos
la pueblan entonces

ella, que espera milagros
aquieta lunas
y muerde ruinas


©Viviana Álvarez

VOLVER A CASA


Abrió el viejo libro, derrapó en sus imágenes. Pasaron frente a él dibujos conocidos que lo nombraban.
Fue cuando debió regresar.

©Viviana Álvarez

FALTA ENVIDO


Echó las cartas al fuego y con ellas sus designios. Mientras reyes y espadas ardían, sus deseos trocaban ases por miedos. Y en el intricado devenir de fuego, asumió su destino y también se fundió en la hoguera.

©Viviana Álvarez

domingo, octubre 05, 2008

sentencia mi piel


sentencia mi piel
vicios postergados
me sumo en tormentos
no hallo salida
si tu mano no rescata
mi abandono


©Viviana Álvarez

UN CAMBIO DE ACTITUD


Callaron los ángeles que antes habían sido nenúfares, fueron astillas en su desgajado espíritu que ya no recordaba ceremonias. Excepto una.
Se aquietaron las aguas que purificaron sus plantas hasta hacía un rato. Fueron hielo en su sentir más profundo. Y comenzó otra existencia.
Sin afectos, sin lozanía, sin siquiera una brizna que acariciara su nada.

©Viviana Álvarez

REFLEJOS DEL ABSURDO


Escondiste tempestades en muros, supliste distancia con olvido. Arrojaste piedras a un lago que vació aguas en tu reflejo. Fuiste recuerdo de quienes no te nombraron y cuando los cuencos vaciaron fluidos, llegaron lobos a tus entrañas.
Y así se te instaló la noche.


©Viviana Álvarez

domingo, septiembre 21, 2008

el hambre viste gala


el hambre viste de gala
y pasea por las calles

busca entre las gentes
aliados a su causa

el hambre viste de niño
fuma hierba y empuña armas

entona por lo bajo
desidia

ruge estómagos
vomita pavura


©Viviana Álvarez

METAMORFOSIS


Desanduvo sendas, hurgó amaneceres hasta besar la tierra que amparaba sus pasos. Intentó oraciones, consagró esperanzas en huérfanas arcas. Vació torrentes en mares sin olas. Y al tercer canto, cuando rompía el alba, demudó en nada.


©Viviana Álvarez

ESPERA INOCUA


Agonizó el instante, parió solitud, derramó infiernos sobre sus ancestros. Acalló voces desconocidas que pretendían silenciar su voluntad. Anduvo a tientas en arrabales, tragó fango, esperó en vano. Harto de loar dioses ajenos, postró ansias y se esfumó.

©Viviana Álvarez

DIAGNÓSTICO



A sabiendas de su locura, desdeñó realidades. Absorto en variables parámetros y dedicado de lleno a ser loco, se abstrajo de sí. Al punto de ser tan sólo su sombra.
La que deambula por callejas en busca de aventuras y experimenta un raro síndrome. La libertad.


©Viviana Álvarez

domingo, septiembre 14, 2008

MOTIVOS


Escribo para conjurar espíritus y salamandras. Para redimir mi alma de karmáticas deudas. Para elevar al cielo plegarias en silencio, fluidez de notas desde tortuosas hojas.

Escribo para dibujar nuevos amaneceres, cuando arrecia la pena y abunda melancolía. Para destruir ecos de arcanas voces que inundan perceptibles el resquicio de mi alma.

Escribo para acotar distancias, espaciotiempo que no halla cauce entre páramos y luces. Para diluir elixires que dejaron huellas en mi piel sedienta. Marcas a destajo hacia ningún lugar.

Escribo para ser mirlo, alondra, elfo, hada. Por aquella consecuente abstracción de pésames y baldíos que intentan fagocitarme.

©Viviana Álvarez

POBLADOS AUSENTES


Cuando pretendas acallar tus voces y desfallezca la noche. Cuando intentes reunir tus retazos en alas de sierpes que reptan silentes. Cuando no veas horizontes en tu espacio y avizores muecas en espejos opacos. Cuando las ansias despueblen el velo de tus ilusiones y se corroa la medular sensación de alturas. Has de renacer a un mundo que no sabe de locos ni entiende de ángeles.

©Viviana Álvarez

sábado, septiembre 06, 2008

SOBRE EL SPAM

Blogger considera que mi blog es spam. Con ello me veo complicada para publicar mis poemas y demás escritos. Ya envié tres reclamos y hasta el momento no he recibido ninguna respuesta y debo seguir con la verificación de palabras antes de publicar. No creo que culura sea spam y sería muy interesante que verifiquen mi página a la brevedad.
Gracias a todos por estar.
Un fuerte abrazo lanuseño
Viviana Álvarez

ENCUENTRO FORMAL


La muerte se presentó ante su espejo que ya no reflejaba soles. Hechas las presentaciones formales compartieron un café en la mesa de la cocina. Conversaron largo rato sobre amores idos y futuras negruras.
Bien entrada la noche se fueron de juerga por callejones que aún no avizoran salida.

©Viviana Álvarez

se humedece el canto de las hojas...


se humedece el canto de las hojas
los truenos susurran inquietudes

es vana la intención
vano el esfuerzo

entonces caigo
me silencio
derrumbo brisas

y me hundo


©Viviana Álvarez

POEMAS A ELLA (RENACIMIENTO)


I

entonces renace cenizas
que engrillan su nombre
a ancestrales dudas

ella,
no sabe su origen
y
posterga nacimientos


II

busca imágenes en
espejos traspapelados

deshoras del tiempo
que ignora latidos

ella,
reúne retazos
e intenta su alma

III

olvida mutaciones
y padece olvido

ella,
que llegó de las sombras
busca luz
en solitarias sendas

IV

intenta atajos
bajo lunas oscuras

sabe de renuncias
y pasos perdidos

declama solitudes
en avenidas de nada



V

acaricia sombras

eleva súplicas
y llega cansina

ella,
que abarca negrura
abre los brazos
y recibe
luz


VI

entonces retoma
sonrisas de otrora

divaga silente
entre lluvia y espanto

ella,
que renace de oscuridades
halla su imagen

y perdona
espejos


©Viviana Álvarez

viernes, agosto 22, 2008

RETORNO EN SEPIA


Caminó sobre sus pasos. Al volver, no se encontró

©Viviana Álvarez

HUÍDA


Vació aquel líquido fangoso cuando el Caballero del Temple pasó en bicicleta. Para su sorpresa, aquel Hombre eran sus sueños que escapaban de su encuentro.

©Viviana Álvarez

lunes, agosto 18, 2008

redimo las voces...


redimo las voces
que me aúllan

cuando dibuja la noche
perversidades / maleficios

y la mueca tatuada
en paredes que ya no musitan

©Viviana Álvarez